MUSICAMPUS de Guitarra Clásica Comentarios

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Jóvenes amantes de la guitarra clásica

Terminó en Córdoba un seminario que reunió a músicos argentinos y extranjeros


LOS COCOS, Córdoba.- Mientras el cuarteto cordobés ronda casas, ronda plazas, ronda masas para hacer, de la jarana de los pudientes y la catarsis colectiva del pobrerío, un gigantesco negocio discográfico, treinta y ocho nuevos jóvenes se dieron cita en este acogedor rincón de las sierras del valle de Punilla, dispuestos a descubrir los misterios de la milenaria guitarra clásica. Llegaron desde Chile, Colombia, Ecuador y Paraguay, y de varias provincias argentinas. Liberados de la tiranía de la pantalla (salvo la del celular) se los ve entregarse de lleno en las lecciones que imparten durante cada jornada los prestigiosos maestros María Isabel Siewers (fundadora de este seminario y catedrática de guitarra en el Mozarteum de Salzburgo), Pablo Márquez (profesor en la célebre Musik Akademie de Basilea-Suiza, cuyo último concierto como profesor, con obras de Schubert, el renacentista Luys de Narváez y Villa Lobos fue soberanamente magistral), Carlos Groisman (organizador del Musicampus, concertista y docente en el Conservatorio J. J. Castro), y Eduardo Castañera (concertista y profesor en Porto Alegre).

Los Cocos sabe de estos encuentros musicales. Uno de sus asiduos visitantes fue, desde la década del 20 y hasta los años 60, Carlos Guastavino. Su piano resonaba en el Museo La Loma, en cuya sala revestida de madera se suceden los conciertos de profesores y alumnos. Pero la verdadera fragua de talentos es el hotel Los Pinos. En sus cuatro salas los músicos pueden entregarse de lleno, mañana y tarde, a clases individuales, ensayos de música de cámara y conferencias, gracias a que todo lo demás está celosamente cuidado en detalle por la inquieta Lala -una de sus dueñas-, una anciana deliciosa que preside un simpático equipo femenino.

De los 38 jóvenes guitarristas, cuya edad promedio es de 25 años, unos 30 son egresados de universidades, escuelas superiores y estudios avanzados; los 8 restantes, oyentes de nivel intermedio. Ellos mismos, junto al envío del currículo -que permitió su selección- propusieron las obras a estudiar con cada uno de los profesores.

Testigo

Fue todo un privilegio ser testigos de la evolución de estos guitarristas en los conciertos protagonizados por ellos en las salas de La Cumbre y el museo. Es que asimilaron los minuciosos análisis y la medular profundización alcanzada por estos cuatro maestros en las obras más representativas de los últimos cuatro siglos.

Lejos del vendaval mediático y del efímero Parnaso del malabarismo, resplandece en las seis cuerdas de estos talentosos muchachos y chicas, la música de Bach, Barrios y Brouwer, Ponce, Sor, Scarlatti y otros que van ampliando el repertorio convencional. Los premios (actuaciones en Buenos Aires) se los llevaron los mejores: los chilenos Alexis Vallejos, Alejandro Escobar Mundana y Andrés Madariaga, el mendocino Nahuel Romero y Ezequiel Marin, de Hurlinghan. La siembra está hecha. Fructificará en aquellos que aman de verdad la música.

René Vargas Vera

Marzo 2008