La gestación de Musicampus comenzó, sin saberlo, durante mi niñez, cuando junto a mis padres pasaba las vacaciones en Los Cocos, pequeño pueblo del Valle de Punilla cordobés. Allí se llegaba viajando por tren hasta San Esteban y luego en sulky subiendo la cuesta con la vista hemosa de las sierras al frente.Nos recibía el aire puro, el canto de los pájaros, los colores intensos, un cielo de un azul prístino y la vista del Mástil, en la cima de una montaña de 1800 metros, que nos invitaba a la tradicional escalada. Los días transcurrían entre cabalgatas con el Sr.Campos, que nos transmitía parte de su sabiduría lograda por los años vividos en contacto con la naturaleza, nos relataba sus experiencias en las sierras ( quizás las más violentas referidas al encuentro con algún puma o alguna víbora), nos hacía conocer los yuyos cordobeses (como la menta peperina) los arbustos y árboles, como los Cocos, el Molle (bajo el cual no convenía descansar para no recibir “el flechazo del Molle”). Los senderos estaban iluminados por el brillo de la mica en las piedras, por las pequeñas flores rojas de las verbenas o las coloridas flores de seda. A los pocos días, Platense, el caballo que montaba, se había transformado en un buen amigo. Y podíamos incluso aventurarnos a subir a las Pampillas, especie de meseta a 2000 metros, donde sólo el águila, el ruido de los manantiales y el viento quebraban la soledad y silencio.

Los viajes se espaciaron, y durante mi adolescencia Los Cocos sólo estaba presente en mis recuerdos. En el año 1974, pasamos con Nicolás parte de nuestras primeras vacaciones de casados en Cruz Chica, localidad vecina a Los Cocos. En la década del 80 fueron Erica y Santiago, nuestros hijos, los que con un grupo de chicos, hijos del personal de IBM, pasaban las vacaciones en el Hotel Villanueva y el Hotel Los Pinos.

Esto nos estimuló a volver . Y fuimos sorprendidos por la música de un trío de cuerdas que resonaba entre los jardines. Eran miembros del Cuarteto de Cuerdas de Universidad de La Plata : Jose Bondar, Alan Kovacs y Juarez Johnson . Alicia Belleville, pianista, los acompañaba.

Luis Martínez, un ingeniero químicode Santa Fé, amante de la música y de la actividad coral (había cantado durante veinte años en el Coro Provincial de Santa Fé) se había radicado junto a su esposa, Manina Nogueras, que tocaba muy bien el piano, en Los Cocos. Luis soñaba con organizar un camping musical, realizar allí encuentros corales y otras actividades y fué así el fundador de Musicampus. También Julio Kohan, de la ciudad de La Cumbre apoyaba el proyecto. Comenzó así Musicampus con un Curso de Música de Cámara. Y a ésto se agregó el Seminario de Guitarra , que organicé entre1986 y 1989.

Las actividades comprendían clases y recitales que ofrecían los maestros y alumnos en la Capilla de Santa Teresita y en la Capilla Anglicana, en la colonia del Docente y en el Museo La Loma de Los Cocos, en el Museo Mujica Láinez en Cruz Chica, en salas de La Cumbre y de Capilla del Monte. Contamos con el valioso aporte de la Fundación Antorchas que permitió becar a una serie de alumnos e invitar a maestros como Oscar Ohlsen de Chile y Eduardo Isaac de Argentina. Recuerdo las visitas de Víctor Villadangos y de Eduardo Egüez que enriquecieron el Festival.

Musicampus deseaba ofrecer un marco especial para el trabajo pedagógico y artístico a nivel internacional. Ya entonces se dió gran importancia a la práctica de música de cámara, a la presentación de nuestro trabajo a los habitantes de la zona y a la formación de lazos de amistad e intercambio. La paz del lugar, propicia la concentración y estimula la creación.

Cuando en 1989 comencé a enseñar regularmente en el Mozarteum pensé que sería muy difícil organizar el festival debido a la distancia.
En Pascuas de 2005 visité Los Cocos y sentí que, aún pasados 15 años, los habitantes aún recordaban nuestros conciertos allí. La idea de reiniciar este Festival comenzó a tomar forma. Pocos meses después Carlos Groisman me preguntó si querría compartir con él un Curso de Verano. Le sugerí revivir el viejo Musicampus.

La asociación con Carlos demostró ser fructífera: su entusiasmo, energía y trabajo tenaz (además de su talento y de su experiencia pedagógica) son fundamentales para la organización de este evento. Desde febrero de 2006 el Musicampus de Guitarra Clásica vuelve a llevarse a cabo anualmente.

Eduardo Castañera se unió a nosotros aportando su arte y su idealismo.

Los objetivos del Musicampus de Guitarra Clásica siguen siendo los mismos. Enfatizamos aún más la práctica de música de cámara, para lo que nos acompaña el violinista y violista Nicolás Pazur y contamos con el apoyo del flautista Fabián Murúa y del Cuarteto de los Arcos.

Agregamos un ciclo de conferencias y a través de los conciertos de alumnos realizamos una selección de guitarristas que son invitados a tocar en el Museo Fernández Blanco de Buenos Aires. También se ofrece una actuación con una orquesta en Buenos Aires. Entre los guitarristas que actuaron en este ciclo se cuentan Fabián Cardoso, Cecilia Linares, Martín Lavore Lagarde, Ezequiel Marín, Camilo Verga, Federico Núnez, Maximiliano Luna, Claudio Devigli, Mirta Alvarez, Carolina Velázquez, Juan Almada, Darío Underwood, Pablo Boltshauser y Juan Pablo Bujía de Argentina; Raúl Rolón y José Carlos Cabrera de Paraguay; Andrés Madariaga, Alejandro Escobar Mundaca, Alexis Vallejos y Samuel Aguirre Gaete de Chile.

Musicampus ha inspirado a compositores como Martín Lavore Lagarde . Su obra “Es klinget” para tres guitarras y violín fué estrenada en el Teatro de Villa Giardino en febrero de 2007. ( Martín había asistido a Musicampus 2006, edición en la que, conmemorando los 250 años del nacimiento de Mozart, se analizaron exhaustivamente las Variaciones op.9 de Sor, basadas en “Es klinget so herrlich” de la ópera de Mozart “La Flauta mágica”).

En sus ediciones de 2006, 2007 y 2008 el Musicampus reunió a más de 130 participantes provenientes de Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay y de casi todas las provincias argentinas.

Los luthiers Ernesto Castañera, Julio Malarino y Maximiliano Bazán nos han apoyado donando guitarras con las que pudimos “premiar” a alumnos. Sin embargo Musicampus trata de seguir siendo un encuentro y no tener un carácter competitivo.